viernes, 16 de abril de 2010

Aprile ( De Ni Palabra - Once)

Salió a la calle, quería hablar con alguien. Se sentó en el cantero que cercaba ese supuesto limonero que jamás creció. Pasó un hombre, "demasiado viejo", pensó. Pasó un chico delgado y alto como el cielo, "parece medio estúpido". Se le ocurrió otra cosa. Cruzó la calle y se paró frente un teléfono público. Buscó algunas monedas en sus bolsillos mientras pensaba en un número. Se le vino a la cabeza el cinco, cero, dos... "debe ser por villa crespo"- dijo en voz alta. Cuatro, cinco, cero dos... dos, dos, cuatro, cuatro. Sonó varias veces pero nadie atendió. Se preguntó si no era muy tarde para cometer la impertinencia de llamar a cualquier número, solo para hablar. Siguió sonando. Se miró la muñeca izquierda en donde debería estar su reloj sino fuese por ese manía de olvidarlo siempre en la mesita de luz. Descolgaron.
- Hola- era la voz de una señora.
-Hola.
-¿Quien habla?
-Eso no importa señora. No importa quien habla sino de que se habla.
- ¿Como? ¿Quien habla,? ¿Pedro sos vos?
- No señora no soy Pedro. No importa quien soy. El punto es que me dieron unas ganas tremendas de hablar sobre ella, pero no tengo a quien llamar. Cruce la calle, encontré este teléfono y marqué su número.
- ¿Usted está bromeando joven? ¿quien es ella?
- Nadie señora. Disculpe, no quise molestarla- Y colgó.

Cruzo la calle otra vez. Se quedó mirando el teléfono. "No importa, de todas formas no hubiese entendido lo que tenía para decirle."

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